EL CLUB DE LA LUCHA (FIGHT CLUB)

DIRECTOR: David Fincher
GUIÓN: Jim Uhls (Novela: Chuck Palahniuk)

DURACIÓN: 139 min.
PAÍS: Estados Unidos (1999)
REPARTO: Brad Pitt, Edward Norton, Helena Bonham Carter, Meat Loaf, Jared Leto, Van Quattro, Markus Redmond, Michael Girardin, Rachel Singer, Eion Bailey

Tiene ya algunos años, pero hasta hoy no la había visto. Y aun me pregunto cómo aun no había podido ver tan grandiosa película.

Una historia brutal, sensibilizadora y abridora de mentes; radical y violenta a la vez, original y genial, que te hace despertar. Hacía tiempo que no me sentía tan bien viendo una película, maravillándome en cada momento, cada idea, cada imagen y cada cambio de trama. Te deja con una sensación de vivir el instante, de buscar aquello que realmente deseas y te hace sentir libre, aunque la sensación se va fugando a medida que se acerca el final... (No me gusta decir si un final es impresionante o no porque luego cuando ves la película solo esperas sorprenderte por el final, que, al ser tan esperado, acaba decepcionando, así que no diré nada sobre éste :)).

Muchos podréis estar totalmente en contra de la violencia proyectada en el filme y la promoción de la lucha como algo saludable. A mi parecer la lucha no es más que una analogía que demuestra una forma de liberar toda esa tensión y malestar que te da la sociedad, esa obligación que impone de actuar como ésta manda. El dolor es una forma (no muy apetecible ni recomendable por la integridad física propia) de sentir que uno está vivo y, en cierta forma, de tener control sobre sí mismo. Más bien esta violencia significa la búsqueda de libertad y de independencia, una forma de mostrar la intolerancia y la inconformidad de la sociedad establecida, de ir más allá de ella y superarla. En el fondo todo el montaje al mismo tiempo que fascinante parece (y es) absurdo. Una absurdidad que se hace más evidente al final, donde se demuestra la absurdidad total. 

También se podría interpretar el seguimiento fiel a según qué masas,  aquellos que dejan de seguir a los cánones sociales para seguir a otra clase de grupo (puede que peores), sin preguntarse ni razonar sobre ello.

Finalmente sólo me queda comentar la interpretación genial de Edward Norton, un actor sorprendente y con gran talento, capaz de cambiar de carácter y de interpretación en nada (y uno de mis favoritos) y como no, de Bratt Pitt. 

Yo, un 9